Introspección

Acostumbrada a no pertenecer a ningún sitio, a no coincidir contigo en el espacio ni fijar los tiempos.

Respira aire y sombras. 

Acostumbrada a tomar las cosas en serio y en broma. Se vuelve del revés. 

Ahora puedes ver su interior, tal  y como es. Sin prisas inspeccionas sus venas, músculos y arterias. Sangre que recorre todo su cuerpo puesto del revés como si se tratase de un mapa.

Intuyes el recorrido del oxígeno y te detienes a evaluar sus latidos que de poco en poco van sonando cada vez más lejanos.

Todo te parece extrañamente hermoso. Es la primera vez que se deja ver tal y como es, porque se ha vuelto del revés.

Aprovecha ahora que puedes. Porque comienza a volver a su estado "normal" . Vuelve a su pelo largo y moreno, vuelve a sus andares a veces tímidos a veces lánguidos. A los silencios y despistes. Vuelve con su miedo del mañana y la vergüenza de quién hizo algo mal en el pasado.

Antes de que se transforme...¡Se rápido! Deshazte de todos sus nervios, déjalos inmóviles sobre el suelo.

Lo cierto es que no fuiste lo suficiente rápido, y se ha evaporado de su sueño. 

-Buenos días ¿cuánto llevas despierto?

-Lo suficiente amor.

-¿Y en qué estabas pensando?

-En mapas, nervios y oxígeno.

-¡Qué cosas! Anda... vamos a levantarnos que se nos hace tarde.

-Oye, espera...¿me das un beso?

-Claro.

-Ahora...¿Me regalas una última imagen tuya dormida? es como más hermosamente comprensible estas.

-¡Qué cosas dices! y suena tu risa lejana.

Pero ya ha agachado la cabeza y ha sacudido su melena. Ha de salir de la cama para que en el último momento mientras unos pequeños rayos de sol inundan la habitación y la cama, su mirada se vuelva completamente vacía, hueca y sombría.

Porque es lo que tienes Emma. Sus gestos y  expresiones nunca se repiten. Segundo a segundo conoces una nueva y más oculta.