Eso es pura nada. Porque es pura nada.
Una simple pared blanca, descamada por la lluvia, el paso del tiempo, y la gente.
Pero ahí esta, en la nada siendo blanca. Y pienso que tiene algo, insignificante pero grandioso al mismo tiempo.
Resiste quieta a vuestro loco paso, es testigo de besos, robos, conversaciones, mierdas y mírala detenidamente porque sigue parada, blanca y quieta para tí y para mí. Y eso ya no es puramente nada.
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