Se acabaron las vacaciones.
Y de vuelta a Madrid en el bus me encontré con estos paisajes,que me ayudaron a pensar mientras los primeros rayos de sol más veraniegos comenzaban a despuntar tímidamente.
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Aumenta mi buena energía recogida en las vacaciones.
Cerré el libro y me quede recordando los pequeños momentos: Las noches y comidas con las amigas, tardes de cine . Nuevas recetas de crepes, partidos de pádel, reencuentros. Cafés varios, paseos en el campo, fotos.
Charlas sin decir nada y a la vez todo.
Las puestas al día, la familia…
Y tú.
¿Qué mas podría pedir a un día como este?
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