cuatro semanas

Ivan Loubennikov

En mi primera semana de vida desee sentir la Tierra. Familiarizarme con texturas, colores, arenas, piedras y grava. Me perdía durante milenios paseando por los diferentes senderos que se abrían a mi paso.
Las noches de mi segunda semana de vida transcurrieron entendiendo cómo se extinguía todas y cada una de las pequeñas luces que desde el cielo morían.Y comencé a sentir hambre y tristeza desde el infinito.
En la tercera,vinieron hilos plateados con pensamientos, reflexiones y pesadillas estelares.
Pero también descubrí mi voz y mis manos.Delicado frágil y suave.  Tocaba los amaneceres evaluando sus colores y el frío que dejaba marcado en mi cuerpo.
En la ultima semana quise querer mi cuerpo, mi esencia y mis cuatro semanas de vida. Fue tarde y fue pronto, porque con el ultimo aliento de vida y Tierra alcancé a decir -he muerto, pero vivo-.