16.1.12



Era algo tan intimo y como poco, extraño.
¿El qué? Era pasear con pensamientos, sin frío. Con la sensación de que primavera verano otoño invierno, de nuevo primavera era una sucesión de temperaturas, hojas de arboles cayendo y volviendo a ascender a las copas de los arboles, que sucedía en la misma calle.
Y se acaba la calle luminosa. Y se acaba la sucesión  rápida de todas las estaciones.
Pero esta el sonido de los tacones contra el suelo adoquinado  y la mejor sensación tranquilizadora del mundo, cada final es un nuevo principio. Me envuelvo con el abrigo y siento calor y frío y calor y frío...

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