1.8.13

Hasta aquí, desde allá.


Ella, que siempre tuvo miedo a las horas vacías.
Ella que siempre tuvo miedo a las cenas con el sexo opuesto, a encuentros con ajenos a la vida , a circunstancias imprevistas, a recoger en el aeropuerto y a quedar mal por intentar quedar bien.
Ella, se detiene por un momento. Se mira los pies, y se da cuenta que están desgastados, que están llenos de durezas por llevar tacones que le hagan ver la vida desde un poco más arriba cuando ella esta por el subsuelo.
Ella que ya no es ella, que su día a día son las horas muertas. Las horas vacías.
Ya no hay vuelta atrás por lo que no ha disfrutado, saboreado, vivido.  Pero siendo optimista, hay tiempo para decir hasta aquí. Y desde allí.
Tirar los tacones, tirar los prejuicios, tirar los miedos, celos e inseguridades. Por la ventana no, que la vecina ha plantado ahora y están preciosos.
Mejor tirarlos cerrando una etapa, quemando la nueva hasta que se pueda.
Desde aquí con amor.

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